
Las preguntas recurrentes son: ¿Existe ese espacio aún? De ser así ¿Habrá apetencias políticas para ocuparlo? ¿Carga la jefa de Estado tácitamente con este agregado? … no pregunto más, aunque se podrían hacer algunas más de este tinte, porque como militante de este proyecto nacional y popular tengo pruritos de que son muy atrevidas y hasta parecen gestar intrigas, aunque estas no existan.
En lo que hace a una de las regiones más neurálgicas y claves en definiciones electorales, como es el conurbano bonaerense, merece una atención especial en lo planteado y en los de días por venir. Los movimientos ditristales parecen haberse acelerado y en los que debemos tragarnos seguramente muchos “sapitos“ de aquí en mas; resultantes de esos vicios crónicos instalados desde la regencia del “padrino”, como es el gerenciamiento de la política y las búsquedas de las “cajas” institucionales. Desde lo personal visualizo que esos movimientos en el submundo de las “roscas” parecen haber comenzado con miras a los reacomodos electoralistas de cara al 2011.
Por todo esto me pregunto ¿Qué hacer? La alternativa más plausible que se me ocurre, es sin lugar a dudas, el estrechar filas de esa gran masa de militantes, legitimada únicamente por el compromiso, la convicción y los principios. Tenemos que generar de esta manera los anticuerpos a esa forma viciosa de hacer política que no nos gusta, que parecen asomar y se perciben señales.
No se si Néstor dejó ese espacio del que hablamos acéfalo. Sí se que la unión militante es la mejor manera de apoyar y acompañar a Cristina en la gesta del 2011, sin que nos asusten los los “sapos”, los esfuerzos y los sacrificios. Debemos aferrarnos a la construcción y concreción de esa vital masa crítica necesaria. Todos somos conscientes del “ahora o nunca” que vivimos, que transitamos… como también tenemos que tomar conciencia que es la mejor manera de ayudar a Néstor, de quien conociendo su naturaleza inquieta en estas lides nos va a estar observando con su ojito izquierdo y su corazón peronista.