Ante todo es loable aclarar y debo decir, que la UNASUR es una herramienta totalmente fundamental en estos tiempos por cuanto el potencial político que representa para toda la región. Es así, que se potenció por sobre la naturaleza con que fue concebida la OEA misma, que sigue demostrando las falencias de coberturas, si tenemos en cuenta la ligación que tiene y tuvo bajo el ala supervisora de los EEUU.
Como muy bien redacta un editorialista, de quien hago y comparto una concreta observación, al decir que la UNASUR incluyó el proyecto CELAC, Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe, sin la participación los Estados Unidos y el Canadá, a la vez que salvaguardó a Evo Morales del golpismo, resistió a la instalación de bases norteamericanas y cuestiona la presencia de la Cuarta Flota de los EEUU, se erige como un freno a la pretensión neocolonialista: ergo la pretensión original del presidente Uribe, cabeza de playa de los Estados Unidos en el continente, quien intentó que todas las pretenciones del UNASUR fueran un fracaso desde su creación. Y no pocos actores internos de nuestro país apostaron a ello a través de sus presagios apocalípticos.
Con inteligencia y decisión política, y no sin dificultades, cada uno de nuestros pueblos está sorteando la abrumadora presión a las que las corporaciones estuvieron hasta ahora habituadas, se trate de cúpulas financieras, terratenientes, mediáticas o eclesiásticas. Con la misma decisión, la unión de estos mismos pueblos, acaba de dar un invalorable paso al frente, al ancestral acoso del colonialismo: ELIGIENDO LA PAZ FRENTE AL SEÑUELO DE UNA POSIBLE INTERVENCIÓN MILITAR, Y LA UNIDAD EN AUTONOMÍA, FRENTE AL TUTELAJE HISTÓRICO DE LA SUPERPOTENCIA.
En este marco, todos vimos cómo el actual secretario del UNASUR, Néstor Kirchner como protagonista in situ, celebró el acuerdo establecido entre Colombia y Venezuela. Sabemos que participó como principal mediador y debemos tener en cuenta sus palabras al decir que las naciones de la región deberían destinar sus inversiones a cuestiones “más importantes” que la carrera armamentista.
Vemos la opinión de apoyo con que el canciller del Brasil Celso Amorín lanzó sin titubeos a la opinión pública al decir en elogios el rol cumplido por Néstor Kirchner al frente de la Secretaría General del UNASUR. Tanto es así que enseguida envió sendas cartas a los cancilleres de Colombia y Venezuela, señalando que “el acuerdo alcanzado muestra el valor de la UNASUR, en particular el de su Sec retario General Néstor Kirchner en la construcción de consensos en la América del Sur”. Agregando “Tengan la certeza de contar con la mejor disposición del Brasil para ayudar en lo que sea necesario para el éxito de esta nueva fase de las relaciones entre Colombia y Venezuela”.
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