El periodismo de investigación puede meterse en camisa de once varas cuando la posta está a la vista y las sospechas no se desvían. Pero eso sí, los diversos peritajes desde el Ejecutivo Nacional y las fiscalías del Poder Judicial de la Nación tienen la obligación avocarse a la investigáción para descular el asunto.
Ya no queda ni la menor duda de que esto fue el montaje de una operación de "mala leche" contra el Gobierno Nacional.
Quiénes pueden haber estado interesados en originar acciones destituyentes como esta que nos ocupa, son aquellos a los que apuntaran los cañones de la investigación.
Parece que lo qué sí está comprobado es que el video del "chorro internacional" Antonini en el Salón Blanco de la Rosada partió desde el Canal 7 - la TV Pública hacia el despacho del juez que atendía la causa, el Dr. Daniel Petrone. Si bien el Juez que actuante solicita el material audiovisual al Canal que depende de Medios Públicos, por ende de la Secretaría de Medios de la Nación y ésta de la jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación, nos queda por observar porqué no se registraba esta información a niveles de primeras líneas del gobierno.
A todo esto, si no se aclaran conceptos la investigación se torna turbia. Es decir, no es lo mismo que el Juez haya pedido el material a que el material se lo hayan llevado. Si el Juez lo pide ...¿Cursa copia a la superioridad del Ejecutivo? Y si fue el segundo caso ...¿Quién llevó o entregó el material de archivo? ...esto está bien custodiado y lo señores del gremio UTPBA del Canal Público obviamente lo deben saber.
Y otra pregunta que flota en el aire...si este affaire era un polvorín mediático ¿Porqué no hubo una acción judicial terminante que impidiera la fuga del atorrante internacional?
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