Cuando Néstor Kirchner asumió como primer mandatario de los argentinos allá por el 2003, marcó a fuego una vuelta de página en nuestra historia. Desde ese entonces a la fecha, se empujó al barranco las políticas destructoras del Estado Nacional dando cabida a una nueva situación del sistema. Kirchner tuvo que pegar duro con decisiones políticas de corte drástico para reveer una situación de degradación nacional en todos los sentidos. Se inició así una gestión conformada por las ideas que se anclaron en los hechos concretos de la acción de gobierno y molestaron a los maléficos rematadores históricos de nuestra Patria; generando la reacción más perversa que el posterior gobierno de Cristina tuvo que ir sorteando hasta la fecha.
Muchos opinan que adherir y apoyar activamente al gobierno nacional y popular que esta felíz coyuntura nos presenta, es estar en el umbral de la obsecuencia ó haberse inmerso en ella.
Muchos opinan que adherir y apoyar activamente al gobierno nacional y popular que esta felíz coyuntura nos presenta, es estar en el umbral de la obsecuencia ó haberse inmerso en ella.
A la militancia honesta que acompaña al éxito del gobierno de Cristina Fernández, al que considera la vía para una nación en desarrollo y también en la región, poco debe interesarle la mediocre intención cualificativa de los opinólogos agraciados por la gratuitidad de las palabras lanzadas al aire ó por los ríos de letras detractoras que se escriben a diario al respecto.
Hace casi unos sesenta años de nuestra historia que el país no se ve favorecido por una gestión de gobierno potable, en grado de calidad y efectividad de bonanzas hacia nuestra Nación como la que estamos viviendo. Esto, sin perder de vista el contexto de las políticas hacia la región y su proyección a futuro, deseado por los movimientos libertarios de la América Latina en su conjunto y anhelado por el Gral. Perón en particular.
Es de mucha importancia y peso el papel que debe jugar la masa militante del peronismo, incluyendo a otros simpatizantes de este proyecto nacional en estos momentos. Esto es, y debe ser, con el peso de su propia militancia activa, la contención, protección y salvaguarda de la actual Presidenta de los argentinos, Cristina Fernándezde Kirchner. Ella debe verse libre de molestas acciones sistemáticas conque se la suele agredir gratuitamente desde la destituyencia gorila conservadora, esa “máquina de imperdir”; y como diría el Gral. Perón, “retardataria”. Cristina debe gobernar, impecablemente libre y despojada de anómalas pretensiones golpistas, ya sean desde las descalificatorias mediáticas hasta las acciones que entorpecen la gestión de gobierno; y que sufre como primera figura del mismo y cabeza de un proyecto nacional y popular. Esto no quiere decir, que ese accionar militante, abocado a frenar los dardos y bombas adversarias, hagan que la misma cabeza del Ejecutivo desconozca o no tenga conciencia de los atroces atropellos a que se expone a diario. Cristina debe verse libre y con soltura en sus movimientos de gestión. Que sin diásporas, trabas y molestias, proceda en una suave diligencia de la gestión en la línea más importante en la conducción del Estado.
Por esto debe insistirse en la RESPONSABILIDAD Y LA ACCIÓN CONCRETA DE LA MILITANCIA, como un ejército protector y contenedor de quien encabeza el ProyectoNacional. Esa misma militancia que hizo, entre tantas acciones, que el Proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual HOY sea la Ley 26522 promulgada por el Estado Nacional.
Hace casi unos sesenta años de nuestra historia que el país no se ve favorecido por una gestión de gobierno potable, en grado de calidad y efectividad de bonanzas hacia nuestra Nación como la que estamos viviendo. Esto, sin perder de vista el contexto de las políticas hacia la región y su proyección a futuro, deseado por los movimientos libertarios de la América Latina en su conjunto y anhelado por el Gral. Perón en particular.
Es de mucha importancia y peso el papel que debe jugar la masa militante del peronismo, incluyendo a otros simpatizantes de este proyecto nacional en estos momentos. Esto es, y debe ser, con el peso de su propia militancia activa, la contención, protección y salvaguarda de la actual Presidenta de los argentinos, Cristina Fernándezde Kirchner. Ella debe verse libre de molestas acciones sistemáticas conque se la suele agredir gratuitamente desde la destituyencia gorila conservadora, esa “máquina de imperdir”; y como diría el Gral. Perón, “retardataria”. Cristina debe gobernar, impecablemente libre y despojada de anómalas pretensiones golpistas, ya sean desde las descalificatorias mediáticas hasta las acciones que entorpecen la gestión de gobierno; y que sufre como primera figura del mismo y cabeza de un proyecto nacional y popular. Esto no quiere decir, que ese accionar militante, abocado a frenar los dardos y bombas adversarias, hagan que la misma cabeza del Ejecutivo desconozca o no tenga conciencia de los atroces atropellos a que se expone a diario. Cristina debe verse libre y con soltura en sus movimientos de gestión. Que sin diásporas, trabas y molestias, proceda en una suave diligencia de la gestión en la línea más importante en la conducción del Estado.
Por esto debe insistirse en la RESPONSABILIDAD Y LA ACCIÓN CONCRETA DE LA MILITANCIA, como un ejército protector y contenedor de quien encabeza el ProyectoNacional. Esa misma militancia que hizo, entre tantas acciones, que el Proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual HOY sea la Ley 26522 promulgada por el Estado Nacional.
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