La SIP, en provocadora agenda visitante se reunirá del 6 al 10 de noviembre en el Hotel Hilton de nuestra Capital.
En perversa y falaz autodefinición la Sociedad Interamericana de Prensa dice ser una organización sin fines de lucro dedicada a "defender la libertad de expresión y de prensa en todas las Américas".Pero la realidad, que por suerte conocemos de sobra, nos indica otra cosa totalmente diferente. Tiene mucho que ver la sanción y promulgación de nuestra flamante Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y que se halla en proceso de reglamentación e implementación de la autoridad aplicación en estos días. Respecto a nuestra Ley de SCA la SIP declara que lamentó el "clima polémico y politizado" que invadió la promulgación de la norma. Este organismo denuncia el poder que se le otorga al Estado en materia de empresas periodísticas y la "diligencia" para "castigar a los medios". Pueden leerlo con más detalles AQUI.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) cargó contra el gobierno argentino con ese estilo que la caracteriza, cuando se entromete en la vida y la política interna de los países que no obedecen, total o parcialmente, las reglas de juego dictadas por los dueños del dinero. Siempre vale recordar que la SIP se apoya en un principio básico, acorde a sus intereses: “las mejor ley de prensa es aquella que no existe”. Clarito: la ley es la ley del dinero y del discurso que ayuda a multiplicarlo en favor de unos pocos. Eso, que no es menor, es así por parte baja. Luego, una serie de disquisiciones respecto de qué es y qué no la libertad de prensa y expresión, el derecho a la información-comunicación. La particular visión de la SIP -un nucleamiento de patronos de la comunicación- sobre la democracia, y con ella la democracia informativa, se vió nítida a la hora de treparse al golpe permanente contra el presidente Chávez en Venezuela.
Para ir conociendo un poco lo que lamentablemente es y representa la SIP ver como nunca denunció las presiones que se ejercieron sobre la prensa y los cierres de los medios por el gobierno faccioso de HONDURAS.
Ecuador tampoco se salvó de su nefasta presencia. Leer AQUÍ.
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