martes, 22 de noviembre de 2011

RAJOY, RAJOY, ...



Con un aumento imparable del riesgo país y batiendo el record europeo con 5 millones de desocupados, en los comicios españoles del último domingo, se impuso el PP con Mariano Rajoy de candidato a la presidencial española. España es uno de los tantos países europeos con más sensibilidades entre las economías trastabillantes junto a sus aliados en destino común; y cuya suerte está echada al dominio del mercado de capitales globalizado. Con más o menos variantes con sus componentes de la Unión Europea, como se dice, “está en el horno” junto a otros integrantes del primer mundo.

Ayer, la administración del Estado el español, a diferencia de Grecia e Italia, quedó establecida a través de las urnas. Fue el mismo poder del mercado de capitales que echaron al griego Georgios Andreas Papandreu y al itálico Sylvio Berlusconi, a España le tocaron las urnas, pero para el caso es lo mismo, el futuro de los tres países van atados a un futuro similar al resto, no solo de la Unión Europea, sino también al de aquellos grandes países cuyos gobiernos administran subordinados a las políticas neoliberales mundiales.

Mariano Rajoy fue elegido con el 45% de los sufragios, es el nuevo mandamás del Ejecutivo español. Sí, electo y perteneciente al Partido Popular, del conservadorismo de la derecha española, sentando en el parlamento a 186 diputados sobre 350. Rajoy dijo que su gobierno “será el más leal y el más cumplidor”; me pregunto ¿El más leal y cumplidor a quién? …al pueblo español o al Fondo Monetario Internacional? El POSOE de Alfredo Pérez Rubalcaba logró el 29% y baja su número a 110 diputados y la Izquierda Unida de Cayo Lara logró 11 diputados y quedó tercera fuerza.

Cualesquiera hayan sido los resultados, llámese de derecha o de izquierda, de arriba o de abajo lo que está fallando es el sistema; y de persistir sin cambios estructurales de fondo a la larga se encaminan todos a la gran trampa, a la mentira estafadora de Wall Street con su consecuente y promovido anarko-capitalismo como dijera nuestra Presidenta Cristina Fernández.

El panorama de España es negro. Si, con un POSOE deteriorado en su imagen y sus principios socialistas y de “obrero español” no le quedó nada; con la apatía en sufragios por el descrédito en la democracia institucional (de cada tres españoles uno no votó); motivo que puso a la izquierda y el separatismo vasko en aumento de sufragios ¿Qué va hacer don Mariano, éste “rey del recorte” y de la flexibilización laboral, es decir de la precarización del mercado laboral?

Toda esta película, salvo variantes, los argentinos ya la vivimos. Todo es cuestión de tiempo y sin miras de mejoras a futuro, más que de conservar el mercado de capitales funcionando en desmedro de las sociedades mundiales y de la humanidad en su conjunto. No es tremendismo, es realidad ¿O nos va a decir España, Grecia, Italia, Portugal o quien fuere, que haciendo bien los deberes con Frankfurt y Bruselas se va a salvar la Unión Europea de la masacre mundial neoliberal?

Hay en España la cifra histórica de 5.000.000 de desocupados, el trabajo en negro no ha dejado de crecer desde hace 10 años. La economía está totalmente sumergida superando el 28% del producto bruto interno, rebasando la friolera de los 280.000 millones de euros ya en el 2008. No cabe duda alguna de que España va camino de la recesión para el 2012. Sabemos que están embarcados a la suerte de un mercado de capitales que somete a la especie humana a sus descontrolados caprichos de guerras, hambre y sufrimientos, nos permite presenciar un escenario muy particular. Sí, con un hervidero social que día a día se acrecienta en protestas de múltiples formas, no solo en España, sino también en varios países del mundo; y con la inevitable frescura del colectivo generacional que no va a parar. Porque ahí está la clave de lo que se viene.

El neoliberalismo no puede para la bola de nieve que se le viene encima. Lo saben sus popes, por eso buscan prolongar los tiempo de su sistema a través de paliativos financieros para ver quién se queda con qué y con cuánto. Se resistirán, sabemos, como gato panza arriba a medida que la cosa avance; pero ésto es imparable. Me pregunto, los españoles… ¿Qué esperan de Rajoy?

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