sábado, 30 de junio de 2012

EL PERONISMO Y EL HUGO




Desde el peronismo se pueden comprender los sinsabores de conducta de algunos compañeros. En esa comprensión somos campeones, especialistas y a veces muy pacientes. Los más viejos ya estamos percudidos y con unos anticuerpos que impresionarían a cualquier terapeuta de la especie. 
Cuando los comportamientos que responden a la veracidad del trasfondo de las ideas que predominan en una persona, diz que peronista, y éstas “se bandean” hacia los bordes y límites tolerados por el encasillamiento en un movimiento nacional y popular, por lo general dan origen a síntomas de violencia en sus diversas formas. Esto merece, a mi juicio, el “freezer” político, y por favor, que sea hacia afuera, porque hacia adentro, nos cagamos bien a trompadas por decirlo de alguna manera. Luego, avanzaremos tranquilos, felices e imperdurables  ante la crónica irritación del “gorilaje” y reproduciéndonos exponencialmente en el transvasamiento de nuevas generaciones.

Por ahí, al peronista, le cuesta un poco pegarle al Hugo, aunque en esta coyuntura tan especial, está para ponerle el bonete de burro, mandarlo al rincón sin moverse y con las manos atrás. No creo, que el contexto histórico de su lucha en el sindicalismo amerite saldo favorable para muchos pergaminos peronistas; y si fuera positivo los está tirando por la ventana. No lo digo porque pudo haber sido un “facho” de la sindical en los 70’ a la cacería de “zurdos” o por la paradoja  ideológica contra el sistema imperativo en los 90’ de Carlitos Saúl, sino, por la irresponsabilidad histórica que en los últimos tiempos protagonizó contra un gobierno que hace peronismo de verdad; el de Cristina Fernández de Kirchner, en el trayecto iniciado con Néstor en el 2003.

Un gobierno que tras concederle la personería gremial y potenciar al gremio de camioneros, lo colocó a su vez en el pedestal más alto con su secretario general para que luego desde la CGT trabar una alianza estratégica clave. Un gobierno que demuestra en hechos, más que en discursos, lo qué es ejercer el peronismo desde el poder central. Son momentos excepcionales, que en nuestra vapuleada historia, escrita por el liberalismo conservador del “garcaje” nativo, nunca estuvimos mejor en la balanza de la relación de fuerzas en pugna como ahora. Estamos dando un giro a 200 años de una historia de fraudes y genocidios, alivianados y ocultos por la plumas del mitrismo.

Se convocó a un paro general de la CGT, que terminó siendo un acto de protesta del gremio de camioneros. También apoyados por algunos gorilas de la UCR, otros tipo Sociedad Rural, o gorilitas Barrios de Pie y el inefable ídolo de Proyecto Sur, don Pino presente en el palco; sin olvidarnos de los siempre presentes, la izquierda patológica, que cuando se trata de ir contra el gobierno nacional y popular no hay dogma ni política que los contenga. Recordemos que todo comenzó con el reclamo sectorial de camioneros en el marco de las paritarias, pero que desembocó en esto, en un acto de planteo político de un sector.

Pero bien, podría haber varios factores que fundamenten el acto de Plaza de Mayo, pero el Hugo no los dijo, no se sinceró. Y lo que dijo, no alcanza. Sí, el impuesto a las ganancias y algún aderezo más es una justificación que no alcanza.  Además, don Hugo en su discurso optó por un léxico de incongruencias, con un chamuyo de reivindicaciones sindicales, mezclado con misceláneas de corte político mal expresados y cargados de exabruptos muy hirientes e irrespetuosos hacia la investidura de la Presidenta de la Nación, lo cual denota la ausencia de argumentos válidos para sostener su posicionamiento político; y aquí sí, esto no es peronismo Hugo. Cristina Fernández encabeza el Movimiento Nacional, te guste o no, y nosotros bien sabemos que una de nuestras máximas peronistas es de que:  quien está al frente conduce y los demás acompañamos. Moyano, no acompañaste.

Lo grave es que a los peronistas nos cuesta entender, como un Secretario General de la Confederación General del Trabajo, pretende hacerle un paro al mejor gobierno peronista que conocemos desde los primeros del General Perón,  en un momento tan trascendente como este, y en un contexto de la historia reciente en el que tantos compañeros quedaron en el camino por la lucha y nunca pudieron llegaron a ver estos tiempos.

¿Es por poder político? ¿Económico? … ambos? …obras sociales? …negocio vías fluviales? …o qué? De lo que fuere, lo de “primero es la Patria, después el Movimiento y luego los hombres”  quedó en el olvido, …no Hugo? 





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