(de El Argentino)
En el primer juicio por los crímenes cometidos en la ESMA, uno de los centros clandestinos de detención y exterminio más grandes montados durante la última dictadura militar, el Tribunal Oral Federal 5 juzgó a 18 represores acusados.
Las condenas fueron:
Alfredo Astiz, prisión perpetua, inhabilitación absoluta perpetua.
Jorge “Tigre” Acosta, prisión perpetua, inhabilitación absoluta perpetua.
Jorge Rádice, prisión perpetua, inhabilitación absoluta perpetua.
Antonio Pernías, prisión perpetua, inhabilitación absoluta perpetua.
Manuel García Tallada, 25 años, inhabilitación absoluta perpetua.
Antonio Montes, prisión perpetua, inhabilitación absoluta perpetua.
Raúl Scheller, prisión perpetua, inhabilitación absoluta perpetua.
Alberto González, prisión perpetua, inhabilitación absoluta perpetua.
Néstor Savio, prisión perpetua, inhabilitación absoluta perpetua.
Ricardo Cavallo, prisión perpetua, inhabilitación absoluta perpetua.
Adolfo Donda, prisión perpetua, inhabilitación absoluta perpetua.
Julio César Coronel, prisión perpetua, inhabilitación absoluta perpetua.
Ernesto Weber, prisión perpetua, inhabilitación absoluta perpetua.
Juan Carlos Fotea, 25 años, inhabilitación absoluta perpetua.
Carlos Capdevila, 20 años, inhabilitación absoluta perpetua.
Juan Antonio Azic, 18 años, inhabilitación absoluta perpetua.
Juan Carlos Rolón, absolución Causa Walsh, pero no fue puesto en libertad por otras causas.
Pablo García Velazco, absolución, pero no fue puesto en libertad por otras causas.
Un detalle fundamental fue que la Justicia calificó al terrorismo de estado de los años 70 como un "Genocidio", con lo cual se descalifica judicialmente la teoría pergeñada por sectores cercanos al gobierno de facto en la que se hablaba de "dos demonios", o "guerra sucia". Al cabo de 22 meses de debate y el desfile de más de 250 testigos, el tribunal que integran los jueces Daniel Obligado, Ricardo Farías y Germán Castelli convocó a la audiencia en el auditorio del subsuelo de los tribunales federales de Comodoro Py 2002, ubicados en el barrio porteño de Retiro.
La fiscalía pidió prisión perpetua para los primeros catorce represores y 25 años de prisión para los restantes, en tanto las seis querellas hicieron pedidos de tenor parecido. En este juicio sólo se juzgaron 85 delitos de privación ilegal de la libertad, tormentos y homicidios cometidos contra Azucena Villaflor, Mary Bianco y Ester de Careaga, del grupo original de las Madres de Plaza de Mayo; y de los activistas que las apoyaban, entre ellos las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet, así como también el escritor y periodista Rodolfo Walsh. Se trata así del primer tramo de la llamada “megacausa ESMA” ya que en el juzgado federal 12, a cargo de Sergio Torres, se tramitaron –y algunas ya se elevaron a juicio oral- otras 8 causas, entre ellas el despojo de bienes a los prisioneros, la desaparición de la joven sueca Dagmar Hagelin y los “vuelos de la muerte”.
Estos crímenes fueron cometidos hace más de tres décadas, entre 1975 y 1983, y ya fueron denunciados en el histórico Juicio a los Comandantes, de 1985, aunque luego se declararon no punibles por las leyes de Obediencia Debida y Punto Final anuladas en el 2005, lo que permitió la reanudación de los procesos. Se estima que por el centro ilegal de concentración y exterminio de la ESMA, hoy convertido en un centro cultural por la memoria, pasaron unos 5.000 detenidos, que en su mayoría continúan desaparecidos.
Vero fallo completo AQUÍ
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