...LA GRAN "FANTOCHADA" DEL GRUPO AAA

La adicción al odio deriva una lógica que llevada a la práctica se trastoca en perversidad con matices mórbidos en las palabras, acciones y actitudes. Salvo que el individuo ejerza una suerte de actuación para ocultar en la trastienda de su personalidad acciones comprometidas de su pasado. El tema no deja de ser político. Cualquiera sea la causa no deja de ser una cuestión de un ego enfermizo, que en el tiempo es un “boomerang” que termina ó acaba con la persona que lo proyecta. Algo así como el ir fabricando su propia autodestrucción. Esto, de tener un escenario público y trascendente, se acelera más con la escalada de su protagonismo y sin remedio para “un vuelta atrás“. La pregunta es ¿La señora Carrió tiene algo de esto? Otros protagonistas del conocido Grupo A en el Congreso Nacional no se quedaron atrás ¿No es cierto Aguad ó Bullrich Luro Pueyrredón?
No es correcto emitir opinión de censura al respecto, contra nadie, creo. Pero dejemos en claro que es motivo de una reflexión. Tan solo para darnos cuenta con qué podemos encontrarnos cuando determinadas figuras políticas y públicas son instaladas obsesivamente por las corporaciones mediáticas que horadan culturalmente a la población; y lo que muestran profanan el bienestar y el buen gusto de los individuos en relación a sus semejantes. Fabrican ídolos de paradigmas negativos. El antídoto no es eliminar al sujeto, sería una determinación de connotación evidentemente fascista. Sino mas bien, elevar el sentido del rescate de la política, la discusión y el debate de las ideas, la educación y formación en el colectivo poblacional; es lo que daría crecimiento y madurez a un pueblo. Algo de esto nos dejó el legado de Néstor Kirchner. Nuestro compromiso es ser sus continuadores. Así, los ídolos de trapo se caerían más rápido y el basural de la historia los juzgaría y los ocultaría para siempre.