UN "DERRAPE" INNECESARIO ...

En el marco de una alianza estratégica, donde las contradicciones secundarias se superan a partir de los acuerdos tácticos y los debates, en un escenario donde el equilibrio de los poderes de la Nación deben afinarse permanentemente para el logro del crecimiento constante y dentro del conflictivo espectro global que agobia al mundo entero, nos encontramos con un “derrape” innecesario; como diría el Gral. Perón alguna vez, “retardatario”.

Nos situamos en la cancha de Huracán, dia del camionero, con unas 50 mil almas, escuchando el discurso que pronunció Hugo Moyano que lidera la Confederación General del Trabajo. El líder “cegetista” hizo gala de una discursiva antipolítica que lejos de arrojar un aporte coyuntural, se posicionó como adversario cuestionador con fundamentos de débil lógica sobre la trayectoria de ocho años de un proyecto nacional exitoso, que sin dudas, brindó el constante crecimiento en el contexto de todas las áreas de la administración del Estado, que encabeza en estos momentos la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

“Muchos compañeros justicialistas no se sienten representados”, disparó Hugo Moyano en un momento, haciendo suyo, en forma tardía y a su estilo, el símil y gastado discurso utilizado por el lomense Eduardo Duhalde, Das Neves, el “inesperado” Felipe Solá, el devenido en “peronista” Francisco De Narváez, el descubrimiento de Carlitos, Lole Reutemann y algunos perdidos más en el tiempo. Frases de un peronismo estático de otrora, que ante el avance del Siglo XXI, sí, suena como “una cáscara vacía” como también dijo, y que se resiste a crear nuevas identidades emergentes que acompañen un proyecto nacional y popular en nuestros días; y lejos de lograr proyecciones hacia una verdadera liberación nacional que el primer peronismo buscó siempre afanosamente.

No saber ubicarse correctamente en el camino y avance de la revolución inconclusa del peronismo, en el umbral del quiebre de 200 años de historia sediciosa de la patria y en la oportunidad que se nos está dando, es no ver el horizonte de liberación; y olvidarse de aquello que todos conocemos, de primero la Patria, después el Movimiento y por último los hombres. Parece que donde no corresponde, a Moyano le reza aquello de “que el orden de los factores no altera el producto”. Hugo, por favor, no te pares en el lugar que eligió el duhaldismo residual en el 2005. Existe una estrategia que se comparte en un proyecto político de todos y para todos. Como escribió el compañero Iramain, que mientras tanto, el proyecto nacional, popular y democrático goza de buena salud y las pujas intestinas quizás hasta lo revitalicen, como ocurrió en todos estos años, después de ocho años en el poder, cuando más definidos se encuentran su proyecto político y su soporte ideológico, se revalide con el 54% de los votos, es expresivo de su potente raigambre social. Sí Hugo, unidos, porque TODOS UNIDOS TRIUNFAREMOS.