lunes, 13 de abril de 2009

DESDE PÁGINA 12 ...




El mapa

por Horacio Verbitsky

Pero la imposibilidad de presentar un armado político consistente en la mayoría de los grandes distritos, consecuencia de una equivocada política de alianzas durante los años previos, restringe las alternativas oficiales. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe representan un cuarto del padrón nacional y forman el eje político y administrativo del agropower, que contempla estos comicios como la antesala de la definición en 2011, cuando tratarán de sepultar la fantasía de reindustrialización con pleno empleo del kirchnerismo, en beneficio del modelo agroexportador, aggiornado por las multinacionales de la manipulación genética.
El previsible mal desempeño de los candidatos oficiales allí sería compensado por una victoria nítida en el conurbano bonaerense, que tiene un peso equivalente en el padrón, así como el interior bonaerense, adverso al gobierno, equipara la suma del NEA y el NOA, mientras la cobista Mendoza equipara la Mesopotamia y la Patagonia. La presentación como candidatos del ex presidente, el gobernador y algunos intendentes puede mejorar en algunos puntos el resultado del oficialismo y obturar el eventual doble juego de algunos capitanejos conurbanos, pero con un riesgo no desdeñable: la unificación formal o de facto de la oferta opositora, ya sea en torno de la fórmula del duhaldismo de pro o del proyecto de reconstrucción del alfonsinismo. En un escenario tan trabado, con primacía de las aversiones sobre los proyectos, la diferencia que resignifique estos comicios sólo puede provenir de la provincia de Buenos Aires, donde residen casi cuatro de cada diez votantes en todo el país.

El sociólogo Artemio López colocó en la página de su Consultora Equis un informe sobre la imagen presidencial, con resultados que contradicen la idea inyectada por la senadora Hilda González de Duhalde de que el gobierno no tiene recuperación posible. El 48 por ciento consideraba su gestión mala o muy mala y el 51 por ciento buena o muy buena, con sólo 1 por ciento de regular. Fue lo último que pudo hacer, porque a partir de allí su página fue jaqueada y se volvió inaccesible. Con ayuda de su proveedor, López esclareció lo sucedido. Una cadena de mails, originada por Hugo Clémeur, miembro de Recrear de Pilar, vinculado con el rabino Sergio Bergman y el ex ingeniero Juan Blumberg y participante en sus actos “contra la inseguridad”, recomendó que “todos quienes odien a los Kirchner” votaran “muy mala a la gestión de Kristina”. Luego de 5000 envíos, la página se bloqueó. El ataque se reprodujo en su blog personal, Ramble Tamble, pero no logró sacarlo del espacio. Allí publicó un análisis del nuevo contexto electoral, en el que intenta ponderar el aporte de la posible candidatura de Scioli. Kirchner es imbatible en el segundo cordón del conurbano pero Scioli puede mejorar el desempeño en el primero, más próximo a la Capital, y en el interior, es su conclusión. El primer cordón, (con epicentro en Avellaneda, Lanús, Vicente López, Olivos), genera 13 de cada 100 votos nacionales y el interior bonaerense 15 de cada 100. Así, la incorporación de Scioli a la fórmula podría “promover un despliegue espacial más homogéneo en el territorio bonaerense” aunque esta mejora “de ninguna manera supondrá una vuelta de campana sobre el perfil anterior con Kirchner como único gran candidato bonaerense”. Pero el sociólogo también entiende que esta ventaja podría “contrarrestarse con un aumento de la polarización electoral y el efecto voto útil opositor” que beneficiaría también al duhaldismo de pro. “Está probado que los plebiscitos no admiten dos oposiciones a lo plebiscitado. Dicho de otra forma, la lógica electoral de un plebiscito, tiende a ser binaria”, escribe López, quien también contempla que esta opción sea “reforzada por la estrategia de las grandes corporaciones mediáticas, de probada eficacia sobre segmentos informados, independientes y de nivel económico social medio y alto”. Es decir, residentes en el primer cordón del conurbano próximos a Capital, donde todavía se detecta un 15 por ciento de indecisos. Para López, esto bocetaría “un escenario de cara al 2011 con dos peronismos en competencia por las posiciones ejecutivas”. Es curiosa su omisión del Vicepresidente Julio Cobos, quien no oculta su propósito de incorporar para entonces a la coalición que propicia al diputado agropecuario Felipe Solá. En cualquier caso, en una de las coaliciones que lleguen al 2011 estará Daniel Scioli quien, igual que Solá, fue en forma sucesiva menemista, duhaldista y kirchnerista con parecido fervor.

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