domingo, 11 de marzo de 2012

CAMPORA AL GOBIERNO, PERÓN AL PODER - 11 DE MARZO DE 1973


Fue un día que se hizo más largo de lo que pensábamos. Ese 11 de marzo de aquél 73’; el país se había volcado a las urnas. Los datos del sufragio de las zonas más alejadas no terminaban de llegar. Como de costumbre el murmullo de deficiencias y de posibles maniobras fraudulentas le daba más suspenso a la jornada, que nunca pasaba.


El “bünker” del FREJULI, allá por la Av. Santa Fe a la altura de Plaza Italia era un constante de idas y venidas Cuando se hicieron las seis de la tarde un anuncio del secretario de prensa, Migue Bonasso, dijo a los periodistas que daría los cómputos que hasta el momento tenían. Sobre un total de 12.294.009 votantes, el Frente obtenía 6.629.407, es decir, el 52,5 % de los sufragios; a estas cifras Bonasso le agregó a los periodistas presen tes que propio Dr. Balbín ya lo había llamado al Dr. Cámpora para felicitarlo por la elección que había hecho. Al final después de las 21 horas llegaron los cómputos oficiales. Estos marcaban que el FREJULI tenía 5.908.414 de votos, o sea el 49,5% de los sufragios. Los radicales habían obtenido 2.537.605 de votos, o sea el 15%; luego la Alianza Federalista Popular de Manrique y Martinez Raimonda, 1.775.867, es decir el 13%; la Alianza Popular Revolucionaria de Alende y Sueldo, 885.201 el 7,4%; Martínez y Bravo con su Alianza Republicana; Chamizo y Ondarts con la Nueva Fuerza no pasaron del 2%; Ghioldi y Balestra del Partido Socialista Democrático; Coral y Sciapponi Partido Socialista de los Trabajadores; y por último el Colorado Abelardo Ramos y Silvetti del Frente de Izquierda Popular obtuvieron menos del 1% cada uno.


Cerca de del “bünker” del FREJULI, alrededor de Plaza Italia y bajo el puente de Pacífico, miles de manifestantes chocaban contra una gruesa muralla de carros, motos y caballos policiales. El estado de sitio seguía vigente y el gobierno no quería que hubiera concentraciones frente a la sede del FREJULI. Todo esto hasta la llegada del emisario del dictador Lanusse que se apersonó a trasmitirle al Dr. Cámpora que había sido elegido en las urnas como nuevo Presidente. El FREJULI había ganado las elecciones sin necesidad de una segunda vuelta. En minutos, los policías de Plaza Italia y Pacífico habían desaparecido y miles de personas estaban llegando a la esquina de Santa Fe y Oro. A eso de las once, el presidente electo salió al balcón del tercer piso: cincuenta mil personas se callaron de pronto y empezaron a cantar el Himno. Después fue la Marcha peronista y, enseguida, el secretario de prensa Miguel Bonasso leyó una lista con los nombres de los que habían muerto en esos diecisiete años de proscripciones; desde Felipe Vallese, Juan José Valle, Fernando Abal Medinas y una extensa lista de la que se oyó el “¡Presente!” unánime de la multitud. Cuando concluyeron los recordatorios nuevamente se volvió a cantar la marcha peronista.


Ni un minuto más, esa misma noche la amnistía de los presos político llegó; lo que que ampliaba la atmósfera del triunfo peronista de aquella gesta de resistencia, la de “Luche y Vuelve”, la de Cámpora al Gobierno y “Perón al Poder”.

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