martes, 12 de febrero de 2013

MIGUEL D'ESCOTO, ...UN CURA NICARAGÜENSE!

Miguel D’Escoto: “Principal obstáculo del Vaticano es su teología imperial” 

“No es suficiente con que cambie un Papa, el Papa es un prisionero de la peor burocracia del mundo, que se corresponde con el imperialismo dentro de la Iglesia. La teología imperial de El Vaticano es su principal obstáculo”, sostuvo el sacerdote y diplomático nicaraguense Miguel D’escoto, en respuesta a la renuncia anunciada por el papa Benedicto XVI. 

A través de un contacto telefónico transmitido por Telesur, D’escoto calificó de “momento estratégicamente escogido” el que este 11 de febrero se haya anunciado la decisión, justificada, de acuerdo a lo expresado por el propio papa, por su “edad avanzada” y “falta de fuerzas”. “Tendremos que rezar mucho y seguir el ejemplo de nuestros profetas laicos para que ocurra una real transformación en el seno de El Vaticano. El verdadero cristiano defiende los valores de Jesús: la lucha por la igualdad, la solidaridad y la paz. En una Iglesia imperial, lo primero que un cristiano tiene que ser es antimperialista y anticapitalista”, agregó D’escoto.

Sobre la continuidad de Benedicto XVI en su faceta de jefe de Estado de El Vaticano, más allá del liderazgo en el Pontificado, explicó que aunque se trate de “un absurdo” el que un papa sea jefe de gobierno, al poner éste la renuncia seguirá desempeñándose en sus funciones políticas hasta el momento es que sea electo su sucesor. La renuncia de Benedicto XVI se hará efectiva el 28 de febrero, a las 20:00 horas. La noticia fue dada a conocer en un discurso interno de canonización, en el cual el pontífice argumentó que tiene la certeza de que “no dispone de fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino”. Adjunto a esta nota escuche las declaraciones del sacerdote y diplomático nicaraguense Miguel D’escoto, transmitido por La Radio del Sur.
(fuente Contraingerencia)

sábado, 2 de febrero de 2013

SALIDA AL MAR PARA BOLIVIA!!!




El compañero Presidente de Bolivia pidió la salida al mar, para su país a Chile. Nosotros, como argentinos, peronistas e hijos de la Patria Grande nos sumamos a ese reclamo. Y con más derecho que nadie, atento que nuestro pueblo también estuvo como Chile en guerra contra la Confederación Peruana- Boliviana, formada por el dictador Santa cruz, que ayudaba a los unitarios en su lucha contra la Confederación Argentina y ganamos esa guerra, al igual que los chilenos (logrando derrocar al dictador Santa Cruz). Pero a diferencia de los chilenos, nuestro gran Juan Manuel de Rosas, no se aprovechó del caos y las desgracias del pueblo boliviano y no tomó Tarija, sino que pidió una consulta para ver si ese pueblo quería o no ser de nuestra Confederación. Chile, en cambio, avanzó sobre sus tierras y sobre sus aguas. Rosas, como un gigante americanista, dirá: "Con este motivo te diré, que el señor Otero, actual gobernador de Salta, y otras personas, me hablan desde aquella parte, y desde Bolivia, sobre el estado de aquella república, diciéndome: que las provincias de ella invocan y desean la federación, que hablan de nuestra Confederación con respeto e interés; y que por todo sería la mejor oportunidad para que el gobierno argentino reincorporase a Tarija, y fomentase la federación en Bolivia, interviniendo en ello, y auxiliando a los federales. Qué de esto reportaría grandes beneficios el comercio de la República Argentina y la causa nacional de la Federación. Es esto en substancia lo que me escriben con sumo interés, y que me apresuraré a contestar, porque todo ello es absolutamente opuesto a mis principios políticos y a mi carácter privado.
Les diré, pues, que de ningún modo estoy, ni puedo, ni podrá jamás estar conforme este gobierno mientras yo esté a su cabeza, y como tal Encargado de las Relaciones Exteriores. Que lo que nos corresponde es sentir las desgracias de una república hermana, vecina y amiga, y en sus disensiones domésticas guardar toda la neutralidad del derecho internacional, sin dejar de distinguir en la parte posible a nuestros amigos de nuestros enemigos, resguardarnos y precavernos de estos. Que no debemos mezclarnos en que su forma de gobierno sea de unidad o de federación, y que respecto de Tarija, no es digno de la República Argentina reincorporarla hoy por la fuerza, ni reclamar nuestros derechos en circunstancias que Bolivia se encuentra afligida, y envuelta en una terrible anarquía.

Que esto debe ser obra de la paz, por negociaciones pacíficas, dignas y honorables, en que por un tratado quede restituida, lo que no nos será difícil conseguir así que Bolivia se encuentre en perfecta tranquilidad, presidida, por un gobierno justo y verdaderamente amigo, con el que conseguiremos también otro de límites y comercio, como lo desean los mismos señores que me han escrito. Tratado que puede y debe ser recíprocamente ventajoso y de inmensos beneficios a las dos repúblicas. Que oportunamente marchará un ministro argentino para ir poco a poco preparando las cosas en este sentido. Que la guerra contra Santa Cruz, no fue a Bolivia sino a éste, a consecuencia de las invasiónes que fomentó sobre la República Argentina, su liga con los salvajes unitarios, y establecimiento de la Confederación Perú Boliviana, que en todo sentido rompía su permanencia el equilibrio de los Estados del continente y minaba en toda forma su base de gobierno republicano".